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SÍNODO DE OBISPOS SOBRE LA BIBLIA

Latinoamericanos reclaman "cambios" en la Iglesia para poder llegar mejor a los fieles

Consideraron que "urge" mostrar una nueva manera de ser Iglesia, que parta de "la inspiración bíblica". También exigieron un mayor compromiso con los pobres y con las "culturas indígenas emergentes".


Los obispos latinoamericanos solicitaron un mayor compromiso con los pobres, con las "culturas indígenas emergentes" y en sustancia "una nueva manera de ser", durante el Sínodo de Obispos de todo el mundo que se celebra en el Vaticano.
Buena parte de los obispos latinoamericanos, de los 191 religiosos que han intervenido hasta ahora en la asamblea abierta hace una semana por el papa Benedicto XVI para hablar de "La palabra de Dios y la misión de la Iglesia", coinciden en pedir un "cambio" para llegar mejor al corazón de los fieles.
"Urge mostrar al mundo una nueva manera de ser Iglesia", pidió el obispo boliviano Ricardo Ernesto Centellas, al intervenir en la reunión, que se celebra a puerta cerrada.
"Necesitamos que toda acción y proyecto, grupo y movimiento, instituciones y estructuras de nuestra Iglesia revisen sus motivaciones y partan de nuevo según la inspiración bíblica", agregó.
En sus intervenciones, los obispos de Bolivia, México, Perú, Honduras, expresaron sus inquietudes sobre la necesidad de la Iglesia de comprometerse con sectores de la sociedad que reclaman derechos individuales y colectivos, como los pobres y los indígenas.
Convocado por el Papa para analizar la Biblia, en el que participan expertos y estudiosos del texto sagrado tanto católicos, protestantes como ortodoxos, el Sínodo analiza también la interpretación de los libros canónicos por parte de sociedades tales como los indígenas de América Latina.
"Hay una escasa traducción católica de la Biblia a los idiomas indígenas y se ha buscado muy poco una comprensión de su cultura y su concepción", reconoció el obispo mexicano Enrique Díaz, auxiliar de San Cristobal de Las Casas, región con elevada población indígena.
"En cierto sentido, la Biblia es muy cercana a las culturas indígenas y sus cosmogonías por la cultura rural de ambas", subrayó el religioso.
"Se tiene que andar con cuidado, para no condenar lo que no se entiende, para clarificar y dar valor a la Palabra Revelada", advirtió el religioso.
Para muchos obispos, inclusive varios provenientes de otros continentes, como Africa y Asia, la Biblia no ha sido correctamente traducida, lo que favorece a otras religiones, como la protestante, muy presente en poblaciones y aldeas remotas de América Latina.
"Mientras la Palabra Revelada no se haga palabra viva, escrita en sus culturas y en su vida, es muy difícil que se llegue a penetrar en el corazón y a encarnar en estos pueblos", aseguró el obispo Díaz.
Esa ausencia de una relación más profunda a través de los textos sagrados, que llegue a transformar la vida del creyente, fue evidenciada por el obispo brasileño Walmor Oliveira de Azevedo, arzobispo de Belo Horizonte, quien denunció el fenómeno del éxodo de los católicos hacia las sectas.
"Si la gente abandona la Iglesia es porque la Iglesia los ha abandonado", dijo, al resaltar que los creyentes que pasan a las sectas "cambian de vida" y "asumen comportamientos dignos y viven plenamente los preceptos evangélicos".
"¿Por qué ello no ocurría cuando eran católicos?", se interroga el obispo brasileño, que propone dar mayor espacio dentro de la institución a los laicos. Un pedido hecho por casi todos los prelados del continente.
Fuente: AFP

Lo que es un Sínodo de Obispos

En el espíritu del Concilio Vaticano II, nacían, a través del Motu Propio del Papa Pablo VI Apostolica sollicitudo, los Sínodos de los obispos. Era el año 1965. El mismo Pablo VI definía precisa y espléndidamente lo qué es un Sínodo: "Es una institución eclesiástica establecida tras el Concilio Vaticano II para favorecer la unión y la colaboración de los obispos de todo el mundo con la Sede Apostólica, mediante un estudio común de las condiciones de la Iglesia y las soluciones pertinentes sobre las cuestiones relativas a su misión. No es un Concilio, no es un Parlamento, sino que el Sínodo tiene su propia y particular naturaleza". Son palabras pronunciadas por el Papa Montini en el "Angelus" del 22 de septiembre de 1974.

Como una "expresión particularmente fructuosa y como un instrumento de la colegialidad episcopal" definía al Sínodo de los obispos el Papa Juan Pablo II en 1983. La etimología de la palabra "Sínodo" es de origen griego: "syn" signfica "juntos" y "hodos" significa "camino". El Sínodo es, pues, "caminar juntos". Es un medio aptísimo de ayuda y de colaboración con el Papa para el gobierno de la Iglesia y conlleva el intercambio de experiencias y de informaciones y la búsqueda y propuestas al Papa de soluciones pastorales conjuntas que tengan validez y vigencia para toda la Iglesia.

Benedicto XVI acaba de recordar las cuatro finalidades del Sínodo de los obispos: favorecer una estrecha unión y colaboración entre el Papa y los obispos de todo el mundo; ofrecer información directa y exacta acerca de la situación y de los problemas de la Iglesia; promover y facilitar el acuerdo y la coordinación sobre la doctrina y la acción pastoral; y afrontar temáticas de gran importancia y actualidad. 

Cuatro tipos de Sínodos

Hay cuatro tipos de Sínodos de obispos: general ordinario, general extraordinario, particular y especial. Desde 1967, se han celebrado veintiuna Asambleas Sinodales Episcopales. Esta de octubre de 2008 sobre la Palabra de Dios es la vigésimo segunda, la duodécima general ordinaria y la segunda de Benedicto XVI.

En 1969 y 1985 tuvieron lugar sendas Asambleas extraordinarias; en 1980, una Asamblea particular, concretamente para la Iglesia en Holanda; y otras siete especiales, dos para Europa, una para Líbano, para África, para Asia y para Oceanía.

En principio, los Sínodos de los Obispos, en sus asambleas generales ordinarias, son convocados cada tres años, si bien en la década de los noventa del siglo XX hubo ocho Sínodos, la mayoría de ellos especiales en preparación al Gran Jubileo del Año 2000.

Son padres sinodales –con derecho a voz y a voto- aquellas personas nombradas directamente por él, los jefes de los dicasterios de la Curia Romana, los representantes de las Conferencias Episcopales y diez representantes de los Congregaciones religiosas clericales. Hay también –con voz, pero sin voto- expertos, auditores y delegados fraternos de otras Iglesias y Confesiones cristianas, amén del personal auxiliar y de servicios que coordina la secretaría del Sínodo. En total, el número de participantes en los Sínodos nunca ha rebasado los trescientos.

Sínodos Ordinarios

En los Sínodos Ordinarios se han abordado temas como la evangelización, la catequesis, la familia, la reconciliación, el laicado, la formación sacerdotal, la vida consagrada y el ministerio episcopal. Estos Sínodos tuvieron lugar en los años 1974, 1977, 1980, 1983, 1987, 1990, 1994 y 2001, respectivamente. Son los Sínodos “sectoriales”, recogidos después en las exhortaciones apostólicas Evangelii nuntiandi, Catechesi tradendae, Familiaris consortio, Reconciliatio et paenitentia, Christifidelis laici, Pastores dabo vobis, Vita consecrata y Pastores gregis, respectivamente.

En 2005 comenzaron los Sínodos “temáticos” con la Eucaristía –Sacramentum caritatis es el título de la correspondiente exhortación apostólica postsinodal- y ahora con la Palabra de Dios.

En el otoño de 1985 se desarrolló la Asamblea general extraordinaria dedicada al XX aniversario de la conclusión del Concilio Vaticano II. No se emanó después exhortación apostólica.

Sínodos especiales

En la primavera de 1994 tenía lugar la I Asamblea Especial para Africa. Fue el primer Sínodo continental previo al Gran Jubileo del año 2000. En septiembre de 1995, el Papa Juan Pablo II hacía público en tres países del continente negro la exhortación apostólica postsinodal "Ecclesia in Africa", a modo de conclusión de la Asamblea sinodal, cuyo tema se tituló "La Iglesia en Africa y su misión evangelizadora hacia el año 2000: Seréis mis testigos". Ya está convocado el segundo Sínodo para Africa. «La Iglesia en África al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz. ‘Vosotros sois la sal de la tierra... Vosotros sois la luz del mundo» es su tema. Se celebrará en el Vaticano del 4 al 28 de octubre de 2009.

En diciembre de 1995, tuvo lugar otra Asamblea Especial para la Iglesia en El Líbano, traducida después, en mayo de 1998, a la exhortación apostólica Una speranza nouva per Il Libano, promulgada en Beirut.

A finales de otoño de 1997 se celebraba el Sínodo para América, titulado "Encuentro con Jesús vivo: el camino para la conversión, la comunión y la solidaridad en América". En Guadalupe (México), en enero de 1999, el Papa Juan Pablo II presentaba la exhortación apostólica postsinodal Ecclesia in America.

En la primavera de 1998 tenía lugar el Sínodo para Asia, cuya exhortación apostólica correspondiente fue hecha pública en el 6 de noviembre de 1999, en el transcurso del viaje del Papa Juan Pablo II a la India. "Jesucristo el Salvador y su misión de amor y servicio en Asia: para que tengamos vida y la tengamos en abundancia" fue el lema del Sínodo.

En el final del otoño de 1998 llegó el turno para la Asamblea Especial sobre Oceanía, el más reciente de los continentes. La exhortación apostólica postsinodal correspondiente se hizo pública en noviembre de 2001 -a través de internet y del correo electrónico- bajo el título Ecclesia in Oceania. "Jesucristo y los pueblos de Oceanía: siguiendo su camino, proclamando su verdad y viviendo su vida" fue el tema de la Asamblea.

En octubre de 1999, se celebró la II Asamblea Especial para Europa del Sínodo de los Obispos, el último Sínodo previo al Gran Jubileo del Año 2000. "Jesucristo, vivo en su Iglesia, fuente de esperanza para Europa" fue su lema. El 29 de junio de 2003 se publicaba la exhortación apostólica postsinodal Ecclesia in Europa. Sobre Europa, tras la caída del muro de Berlín, hubo otra Asamblea sinodal episcopal, diciembre de 1991, que no se tradujo en ningún documento pontificio específico.

La “mesa” del Sínodo 2008

El Papa es el presidente nato del Sínodo. El debe convocarlo y sancionarlo y puede presidirlo por sí mismo y mediante delegados. Los Papas, aun asistiendo a la práctica totalidad de las Congregaciones generales de las Asambleas Sinodales, nombran también a tres presidentes delegados.

Para esta XII Asamblea general ordinaria del Sínodo de los obispos serán presidentes delegados los cardenales William Joseph Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de nacionalidad norteamericana; el brasileño Pedro Odilio Scherer, arzobispo de Sao Paulo; y George Pell, arzobispo de Sydney (Australia), quien ha sustituido en este servicio al indio Oswald Gracias, cardenal arzobispo de Bombay, nombrado inicialmente, que no puede asistir a la Asamblea.

El relator general del Sínodo -una figura muy importante en el desarrollo sinodal, a cuyo cargo están la ponencia o relación antes del debate y posterior al debate- será el cardenal Marc Ouellet, arzobispo de Québec, religioso sulpiciano, experto teólogo y organizador del último Congreso Eucarístico Internacional. El secretario especial será monseñor Laurent Monsengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa (República Democrática del Congo). Había designado para esta función el arzobispo italiano Wilhelm Emil Egger, arzobispo de Bolzano y fraile capuchino, quien fallecía repentinamente el pasado 16 de agosto. Días antes había sido el anfitrión de las vacaciones del Papa.

Completa esta “mesa” del Sínodo, su “staff” otros tres altos prelados. El cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, arzobispo de Cape Coast (Ghana) y presidente de la Asamblea de Conferencias Episcopales de África Occidental (ACEAO), que preside la Comisión de Información. El italiano Gianfranco Ravasi, destacado teólogo y biblista, actual arzobispo presidente del Consejo Pontificio para la Cultura, preside la Comisión para el Mensaje. Por fin, el norteamericano Raymond Leo Burke, presidente del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica y arzobispo emérito de San Luis, preside la Comisión para las Controversias o Comisión Disciplinar.

Esta “mesa” del Sínodo representan la universalidad de la Iglesia: cuatro continentes y la "especialidad" del tema en cuestión durante el Sínodo: la teología y la pastoral.

El Sínodo 2008 será el segundo del actual secretario general del Sínodo de los obispos, el arzobispo croata Nikola Eterovic, nombrado para el cargo en febrero de 2004, en sustitución del cardenal belga Jan P. Schotte, que había rebasado los 75 años de edad y que falleció en enero de 2005. El cardenal Schotte dirigió y coordinó los Sínodos -y sus trabajos previos y posteriores- durante cerca de dos décadas. Sustituyó al cardenal eslovaco Josef Tomko.

Los quince documentos de los Sínodos de los Obispos

Aunque no es preceptivo los Sínodos son material que después el Papa hace suyo y amplia en un documento llamado exhortación apostólica postsinodales. Así ha acontecido en quince ocasiones. En otras el documento del Sínodo es fue mensaje final o, en el caso del primer Sínodo (1967), la instrucción Ratio fundamentalis institutionis sacerdotalis. He aquí la relación de las quince exhortaciones apostólicas postsinodales. Entre paréntesis va el nombre del Papa que promulgó el documento, el año del Sínodo –la primera fecha- y el año de la exhortación.

1.- Evangelii nuntiandi (Pablo VI, 1974-1975)

2.- Catechesi tradendae (Juan Pablo II, 1978-1979)

3.- Familiaris consortio (Juan Pablo II, 1980-1981)

4.- Reconciliatio et paenitentia (Juan Pablo II, 1983-1984)

5.- Cristifidelis laici (Juan Pablo II, 1987-1988)

6.- Pastores dabo vobis (Juan Pablo II, 1990-1992)

7.- Ecclesia in Africa (Juan Pablo VI, 1994-1995)

8.- Vita Consecrata (Juan Pablo II, 1994-1996)

9.- Una speranza nouva per il Libano (Juan Pablo II, 1995-1997)

10.-Ecclesia in America (Juan Pablo II, 1997-1999)

11.-Ecclesia in Asia (Juan Pablo II, 1998-1999)

12.-Ecclesia in Oceanía (Juan Pablo II, 1998-2001)

13.-Ecclesia in Europa (Juan Pablo II, 1999-2003)

14.-Pastores gregis (Juan Pablo II, 2001-2003)

15.-Sacramentum caritatis (Benedicto XVI, 2005-2007)

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