VIDA PASTORAL > CONSEJO PRESBITERAL (2025 - 2028)

Se renovó el Consejo Presbiteral de la Arquidiócesis para el trienio 2025-2028. El Arzobispo presidió la reunión durante la cual los sacerdotes realizaron la profesión de fe y juramento de fidelidad correspondientes.

El nuevo consejo quedó conformado de la siguiente manera:

Por oficio:

Arzobispo de Corrientes: S.E.R. Monseñor José Adolfo Larregain OFM.
Vicario General: Pbro. Daniel Alejandro Masares.
Vicarios episcopales: Pbro. Ariel Hernán Weimann
                                     Pbro. Miguel Alberto Gómez
                                     Pbro. Nelson Horacio Da Silva
                                     Pbro. José Billordo.

Como decanos:
- Decanato 1: Pbro. Jorge Daniel Danuzo.
- Decanato 2: Pbro. Epifanio Bonifacio Barrios.
- Decanato 3: Pbro. Martín Daniel González.
- Decanato 4: Pbro. Ramón Billordo.
- Decanato 5: Pbro. Cristian Armando Soto.
- Decanato 6: Pbro. Martín María Manevy Puccio.
- Decanato 7: Pbro. Nelson Adrián Benítez Zinni.
- Decanato 8: Pbro. Oscar Guillermo Lombardero.


- Por los religiosos:


- Elegidos por el Arzobispo:
Pbro. Juan Lucas Alderete
Pbro. Elio Nino Alfaro Baldeón.

Compartimos la reflexión de monseñor José Adolfo sobre el consejo, su deseo para la tarea Pastoral en la Arquidiócesis:

"Con alegría y gratitud nos reunimos hoy para dar inicio a una nueva etapa del Consejo Presbiteral diocesano, que la Iglesia nos propone como una expresión concreta de nuestra comunión sacerdotal.

El Código de Derecho Canónico nos recuerda que este Consejo es “como el senado del Obispo, que representa a todo el presbiterio, y cuya misión es ayudar al Obispo en el gobierno de la diócesis, conforme a la norma del derecho” (c. 495 §1). No se trata, entonces, de un mero órgano administrativo, sino de un espacio privilegiado de colegialidad presbiteral, de escucha y discernimiento, en el cual buscamos juntos lo que más conviene al bien de la Iglesia particular y a la salvación de las almas.

El objetivo fundamental de este Consejo es iluminar y sostener la misión pastoral de la diócesis con el aporte fraterno, responsable y corresponsable de todos nosotros. Aquí se hace visible nuestra unidad en torno al Obispo, no como uniformidad, sino como comunión de carismas, ministerios y experiencias que enriquecen a nuestro pueblo santo de Dios.

Los fines concretos que nos convocan son:

Escuchar y recoger las inquietudes, desafíos y propuestas del presbiterio.

Discernir a la luz del Evangelio y del Magisterio lo que el Espíritu pide hoy a nuestra Iglesia diocesana.

Acompañar y sostener la vida y misión de nuestras comunidades.

Fortalecer la comunión sacerdotal, en un clima de confianza, corresponsabilidad y espíritu evangélico.

Los invito a que vivamos este nuevo período con actitud de oración, escucha y servicio. Que no sea solo un órgano de consulta, sino un verdadero espacio de comunión misionera, donde aprendamos a caminar juntos, en sinodalidad, al servicio del Pueblo de Dios que se nos confía.

Que el Espíritu Santo, alma de la Iglesia, sea quien inspire nuestras palabras y decisiones, y que María, Madre de la Iglesia, nos acompañe siempre en este camino de comunión presbiteral".