Cómo es ya habitual, tras la Peregrinación Juvenil a Itatí, los Obispos de la Región realizaron su reunión fraterna.

En vísperas de la caminata, algunos de los Obispos llegaron a la casa de la Tierna Madre, para estar cerca de los jóvenes, ofrecerles un espacio de confesiones, bendiciones; algunos los acompañaron también en el camino. Han mantenido su intención de estar cerca de los jóvenes como Colegio Episcopal.

Cómo siempre, se vivió un momento de gracia durante la misa central. La peregrinación es para los pastores un momento intenso.

Consideran que es quizás, el movimiento juvenil del NEA más numeroso, no solo desde la perspectiva eclesial sino civil y social.

Para ellos, fue una fiesta, una celebración muy linda, intensa, renovadora.

Desde el domingo, vivieron su reunión fraterna, marcada por la gratuidad, espacio que no siempre puede darse. Un espacio en el que conversar, mate de por medio, sobre temas que van surgiendo, sin agenda estricta. Los temas que han salido durante la charla fueron de los más variados, tuvieron que ver con experiencias personales, con las vivencias de las comunidades cristianas, de sus Iglesias. Hablaron sobre el momento religioso que se vive, los desafíos que entraña, el momento social, político y cultural.

También tuvieron un tiempo para responder a la organización de la Iglesia argentina, redactando devoluciones de diversos temas sobre el que pidieron sus miradas. Fue un intercambio muy productivo.

Estos espacios anuales de encuentro son muy valorados para los Obispos, les hace mucho bien, cómo a todos, encontrarse, conversar, rezar juntos.